Después de estas enérgicas vacaciones, queremos compartir con ustedes un pedacito de historia de nuestras islas y nuestra cultura. Para hacer viajar la mente hacia otra época de nuestra cultura.
Todos conocemos las increíbles playas de Fuerteventura, pero nuestra querida vecina tiene grandes sorpresas en su interior. Hablamos de los molinos y molinas que aún podemos encontrar en la isla.
Nos remontamos a los siglos XVIII y XIX. Dónde la función de los molinos cumplía un papel fundamental en el día a día de los canarios. En una época dónde la ganadería, pesca y agricultura constituían la gran mayoría de los oficios. Las actividades alrededor de los molinos y molinas era intensa.
En Fuerteventura nos encontramos con un gran patrimonio en cuanto a conservación de estas estructuras. Llegando a nombrar a 23 molinos y molinas como BIC (Bien de Interés Cultural) por el Gobierno de Canarias.
En los últimos años ha habido un impulso por parte de las autoridades de la isla, de restauración de hasta 15 de estos edificios que tanto representan nuestra cultura. Llegando a establecerlos como reclamo turístico y promover de esta forma la forma de vivir de nuestros antepasados (y no tan antepasados).
Estos 15 molinos y molinas se han añadido a los ya establecidos como Bien de Interés Cultural y se están estableciendo rutas y recorridos turístico para que su difusión y conocimiento sean más fáciles de conocer.